Fermentación clostridial

Las bacterias Clostridium suelen estar presentes en los forrajes cuando se cosechan y se ensilan. Durante la fermentación, las bacterias ácido lácticas (BAL) que han estado creciendo aeróbicamente cambian a vías de fermentación anaeróbica. Sin buenas prácticas de gestión de la cosecha y del ensilado, los microorganismos anaerobicos obligados, como los clostridios, pueden comenzar a crecer.

Las bacterias Clostridium consumen carbohidratos, proteínas y ácido láctico del forraje como fuente de energía y excretan ácido butírico, que tiene un olor acre y desagradable. Esto tiene como resultado un ensilado de mala calidad que, junto con el olor acre, tiende a suprimir la ingesta.

Señales de ensilado clostridial

  • Fuerte olor fecal
  • Ensilado húmedo
  • Ensilado con un pH elevado o bajo
  • Niveles de ácido butírico superiores al 0.1% en análisis de laboratorio

Riesgos de fermentación clostridial

Los clostridios son más propensos a crecer en las siguientes circunstancias:

  • Presencia de humedad excesiva (debido a la lluvia durante el marchitamiento, filtraciones en la estructura, etc.)
  • Forraje cosechado por debajo del 30% de materia seca (MS)
  • Altas cantidades (más del 8%) de tierra o ceniza cosechada con el forraje
  • Deficiencias en el proceso de compactación
  • Niveles bajos de lactobacilos en el forraje
  • Altas temperaturas durante el proceso de ensilado

La presencia de porciones de forraje húmedo en la estructura de ensilado puede resultar en una fermentación clostridial en áreas específicas de la estructura del ensilado. Los productores deben estar atentos a los signos de fermentación clostridial durante la etapa de salida.

Problemas del ensilado clostridial

Cuando los cultivos de ensilado experimentan una fermentación clostridial, el forraje resultante corre los siguiente riesgos:

  • Pérdida de nutrientes
  • Reducción de la eficiencia de la nutrición
  • Reducción de la ingesta de materia seca en los rumiantes
  • Pérdida de la producción de leche en las vacas lecheras y posible contaminación de la leche
  • Aumento del riesgo de cetosis u otros trastornos metabólicos en vacas lecheras

Los clostridios pueden descomponer las proteínas, lo que conduce a una pérdida significativa de la calidad del ensilado y a la producción de aminas biógenas, como la histamina, la putrescina y la cadaverina, que pueden afectar la salud o la producción del ganado y producir malos olores.

Clostridia botulinum. Si accidentalmente se contamina el silo con un animal muerto, como por ejemplo, un conejo u otra especie animal, la toxina botulínica puede producirse y desarrollarse incluso en condiciones óptimas de ensilado y gestión. La alimentación incluso de pequeñas cantidades de este ensilado puede provocar múltiples y rápidas muertes de ganado.

Prevención del ensilado clostridiale

Para prevenir el crecimiento de clostridios, los productores pueden tomar estas medidas:

  • Cosechar al nivel correcto de MS para el cultivo de forraje
  • Lograr la densidad de compactación adecuada
  • Cubrir y sellar la estructura del ensilado para evitar la filtración de humedad y la entrada de oxígeno
  • Usar inoculantes de forraje respaldados por investigación

 Manejo del ensilado clostridial

Deseche siempre el ensilado descompuesto o mohoso. En particular, evite alimentar a las vacas lecheras antes y después del parto con ensilados con alto contenido de clostridia. Si debe usar este ensilado, limite la ingesta de ácido butírico a no más de 1,7 onzas, o 50 g, por vaca al día.

Lecturas complementarias:

  • Feeding spoiled silage [Alimento de ensilado descompuesto] (FJ Quality Silage)